Con alas rotas se ha levantado en vuelo y siguiendo…
Aquel camino que alguna vez trazó…
Siguiendo sus instintos o tal vez sus sueños…
Trazó una vertiginosa corazonada que lo guio a la luz…
Sueños frustrados es lo que menos quiere…
La luz que lo ilumina parece estar en las sombras…
Quiere detener el tormento de aquellas voces…
Las sombras se han vuelto su realidad…
Voces que gritan, callan y murmuran silencios…
Su realidad se asemeja a un día de invierno…
Silencios, ventiscas y frío…
Invierno taciturno que opaca el color de las rosas…
Frío resentimiento que quiere olvidar…
Las rosas sólo permiten ser tocadas al viento…
Olvidar es lo que quiere, pero no puede…
Tocar las hermosas melodías de un día sin tormenta…
No puede olvidar aquella luz que alguna vez lo iluminó…
Sin tormenta alguna, seguiría su camino a reencontrarla…
Lo iluminó un lucero perdido en la noche…
Reencontrarla pensó haberlo hecho…
En la noche pudo dormir al saber la verdad…
Hecho sin fin que puso a dormir sus pesadillas…
La verdad ha desnudado las mentiras…
Sus pesadillas parecen desaparecer poco a poco…
Mentiras que fueron, mentiras que se olvidan…
Poco a poco se empieza a vivir el presente…
Se olvidan aquellas decepciones, lamentos y gritos
silenciosos…
El presente ya parece tener sentido…
Gritos silenciosos abundan en este mundo, la represalia
del prejuicio…
Sentido al ver tus ojos…
Prejuicio de rechazo me hice a la idea…
Tus ojos son mi lucero, mi luz que me guía…
La idea de acariciarte o tan siquiera hablarte se
desvanece…
Me guía algún desconocido sentimiento para hablarte…
Se desvanecen mis penas y vuelo de nuevo…
Para hablarte sólo necesito un suspiro, una mirada…
De nuevo empiezo a querer…
Una mirada basta para hacerme perder mi rumbo…
Querer estar contigo, es lo que más anhelo…
Mi rumbo tiene sentido, tiene amor…
Anhelo compartir contigo mi felicidad…
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