"Durante siglos, el estilo ha marcado la forma de vestir de la gente. Sobre todo de aquella que quiere verse bien y con clase.
Sin embargo, el estilo no es solo vestirse bien o verse bonito y con clase. En este mundo de máscaras, hay que saber bailar y hablar con estilo para así responder a los prejuicios que la sociedad ha creado y callar a la poderosa voz de la hipocresía.
Puede que la voz del estilo se exprese de manera muy breve y modesta, pero rompe con los esquemas de estar entre la falsa cara de la publicidad y celebrar el triunfo del narcisismo.
El estilo no es sólo verse bien… La confianza viste más que cualquier otro traje.”