Ensayo escrito por Héctor Téllez
No
hay mucho que agregar a esta vieja información, las botellas de plástico
simplemente no son parte de nuestra vida. Lo único que hemos hecho es ser
egoístas y, además de eso, ser manipulados por las empresas embotelladoras que
lo único que nos venden es el envase y no el agua en sí. Simplemente dando un
dato… El agua embotellada sube el precio del agua hasta dos mil veces más.
Agua
embotellada. Algo novedoso, práctico, fácil de transportar, a la moda, 100%
reciclable, etc y etc. Pues es lamentable escuchar que todo esto es simplemente
estrategia de mercadotecnia que se utilizó para la demanda manufacturera de las
compañías embotelladoras.
Esto
comenzó aproximadamente hace cuarenta años, cuando se empezó a vender una nueva
idea: Agua embotellada. Todo el mundo en esa época empezó a hablar sobre esto,
pero muchos decías que era una loca idea ya que después nos tratarían de vender
el aire que respiramos. Se decía que el agua embotellada era más limpia que el
agua que se tomaba del grifo (libre de sarro) y que, además, te traería mayores
beneficios para tu salud, ya que este nuevo tipo de agua contenía el sodio necesario
para la subsistencia del cuerpo humano.
Cuál
es la causante de esto, la demanda de agua y la demanda manufacturera que
conllevó a falsas estrategias de mercadotecnia espantando a la gente que
consumía agua del grifo diciéndoles que esa agua que consumían era muy nociva
para su salud, según el vicepresidente de Pepsi. Además, se empezó a hacer una
campaña publicitaria (de las botellas Fiji) donde se ponían imágenes de
montañas y manantiales dando a entender al público que el agua que consumen
viene filtrada de la naturaleza, cuando un tercio del agua que utilizan es agua
de chorro filtrada (como Aquafina de Pepsi o Dasani de Coca-Cola).
Únicamente
el 20% de las botellas son recicladas, ¿y el otro 80%? Eso es sencillo de
responder, se tira a la basura (tiraderos donde permanecen por siglos) o se
incineran. Literalmente, lo tiran a la basura, pero se rumora que, además de lo
mencionado, las botellas que no pueden ser procesadas para su reciclado, son
mandadas a la India, a las afueras de la ciudad Channai, en buques cargueros.
¿Y qué hace la población india con las miles de millones de botellas que son
enviadas a su país cada año? Las apilan en enormes montañas de plástico y se
quedan ahí. Simplemente eso. Como dije, es fácil de responder la pregunta.
Es
irónico, pero en muchas comunidades, el agua de sus manantiales es tóxica. E
imaginen quién es el responsable de la contaminación de estas aguas.
Exactamente, las fábricas embotelladoras de plástico. A esta gente no le queda
más remedio que comprar botellas de plástico.
Tanto
el consumo como el reciclado de botellas de plástico producen inmensas
cantidades de CO2, además, el agua embotellada no tiene muchas
diferencias con respecto al agua del grifo, es más, muchas personas afirman que
el agua de chorro tiene mejor sabor que el agua embotellada. Dejar de consumir
botellas de plástico es una tarea de responsabilidad social y ambiental.
Las
botellas de plástico no tienen como única función el transporte de líquidos,
también podrían utilizarse para otros beneficios y no solo tirarlas a la basura
(aunque nos vendan la idea de “gírale”, gente que consume Ciel sabrá esto).
Crear marcos para cuadros o fotografías, rellenar las botellas de arena y
construir una casa, instrumentos musicales, etc. Todo es cuestión de
creatividad y querer hacer las cosas.
Por
supuesto que cabe mencionar que el agua hoy en día no es del todo libre de
sarro o bacterias, pero existen filtros que rinden hasta más de cincuenta mil
litros de agua (como los nuevos filtros de agua Unilever) y que además ya no
son tan caros como lo eran antes. Filtros de agua, solución inteligente.
Ahora,
el dinero que se invierte en la producción de botellas de agua, bien se podría implementar
en la mejora de la infraestructura de distribución de agua potable. En México,
el sistema de agua potable es paupérrimo, en pocos estados y municipio se puede
tomar agua del grifo sin preocupaciones de enfermedades o agua sucia. El
gobierno también debe poner de su parte.
Nada
está perdido, aún hay tiempo suficiente para revertir esta situación tan
crítica en la que vivimos, tanto para las personas de la India como para el
mundo. Lo único que debemos de hacer es actuar y no seguir quejándonos en las
redes sociales. Publicar en Facebook que estás harto de la contaminación o
compartiendo imágenes de animales atrapados entre desechos plásticos, no
ayudará mucho a que estas lamentables circunstancias decrezcan. Se tiene que
actuar ya. Una persona no puede cambiar al mundo, pero si esta persona
demuestra que lo que hace también lo puedes hacer tú, como dejar de comprar
botellas de plástico, se creará una reacción en cadena que conllevará a un
cambio radical en nuestra forma de vivir. Obviamente no es fácil este suceso,
pero con tiempo y actuando de una vez por todas, podremos hacer de este planeta
un mejor lugar para vivir.
Fuentes: