03 noviembre 2014

Vivan la Vida de una Forma aún más Real

Discurso: Redes Sociales

Héctor Téllez

Muy buen día compañeros, gracias por estar aquí. El día de hoy quisiera abordar un tema que a todos nos interesa y, de cierta manera, nos afecta. Podrán o no estar de acuerdo conmigo, pero eso se los dejaré a su mejor opinión.

En el 2005, un chico de la universidad de Harvard tuvo la grandiosa idea de crear una de las plataformas sociales más populares del mundo, Facebook. Y desde entonces, las redes sociales tuvieron un gran salto para la humanidad, pero un pequeño paso para la sociedad. Desde su creación, otras miles y miles y miles de redes sociales empezaron a surgir como una pequeña plaga que poco a poco comenzaría a acabar con la interacción humana. Nos venden la idea de estar más conectados, de sentir a la otra persona con la que platicas,  como si estuviera a tu lado, cuando en realidad lo que haces es hablarle a una máquina. ¿Cuántos de ustedes no han tenido algún conflicto o malentendido por Whatsapp o algún otro chat?

Quiero que entiendan, que no estoy satanizando a las redes sociales ni mucho menos. Sí, son útiles y hasta a veces necesarias. Pero, ¿en realidad son necesarias cuando tienes a 500 amigos en Facebook y sólo hablas con 10 de ellos? ¿O en realidad es necesario ir caminando por la calle y seguir las instrucciones de tu Smartphone para llegar a tu restaurante preferido en lugar de crear una pequeña interacción humana con otra persona y dar a cambio un caluroso y afectivo “gracias”?

Todo es una ilusión. La compañía, las charlas en grupo, los mensajes de hola y adiós … sin embargo, cuando dejamos a un lado este dispositivo de ilusión, nos despertamos en un mundo de confusión. Nos hemos convertido en esclavos de la tecnología que dominamos. Somos felices cuando compartimos algo con los demás, ¿pero es lo mismo si nadie está ahí y sólo recibimos unos cuantos likes?

Los niños de hoy en día, nacen con la tecnología, pero no se dan cuenta de ello hasta que nos ven estar horas sin soltar un aparato en el que deslizamos, damos click y seguimos deslizando. Al final, los niños pensarán que esa es la forma correcta de vivir. 

Cuando se empiecen a sentir solos al caminar entre el público, deténganse, miren a su alrededor, se darán cuenta de la cantidad de personas que intentan compartir su historia con otra persona.  

Vivimos en una sociedad de teléfonos inteligentes y gente tonta. Levanten la mirada, vean el mundo que los rodea, no pierdan las oportunidades que la vida les dará y no sus Smartphones. Carpe Diem, aprovechen el día. Aprovechen el momento en el que compartes algo con esa persona especial y no tuviste que compartirlo con la demás gente porque sólo querías compartirlo esta persona. Aprovechen el momento al estar en un futuro, mirar al pasado y revisar todo lo que has hecho, sólo por darle atención a la vida y no mirar abajo a un invento.

Tenemos los días contados, cada día se nos obsequian 86400 pesos de la vida, no los malgasten para estar atrapados en una red, no se arrepientan de haber malgastado esos segundos.

Yo también he sido víctima de esta máquina. Pero desde ahora prefiero darle a la gente mi amor, a darles un “like”. Vivan la vida de una forma real.


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